lunes, 22 de agosto de 2011

Sus personajes.


Don Quijote de la Mancha es el más importante protagonista de la obra. La palabra 'Quijote' se escribe con una jota (o una equis, si uno es más "romántico"). El hidalgo tenía unos cincuenta años y era seco y testarudo. Le gustaba levantarse muy temprano.
Don Quijote leyó tantos libros de caballerías que, al fin, no tuvo ningún otro deseo que el ser un caballero él mismo. Por eso se construyó su armadura y se dio un nombre nuevo: Don Quijote de la Mancha aunque le llamaban sólo 'Quijada'. La Mancha - lo sabéis - es el lugar de donde vino.
Su caballo era viejo y delgado y no parecía que podía hacer mucho. Lo llamó 'Rocinante'.
Don Quijote quiso encontrar una dama para quererla e impresionarla como lo hicieron otros caballeros. Pensó que un caballero sin amor es como un árbol sin fruto o un cuerpo sin alma. Se alegró cuando supo a quien dar el nombre de su dama. En un lugar cerca del suyo hubo una chica, Aldonza Lorenzo, de quien él un tiempo estuvo enamorado. La llamó 'Dulcinea del Toboso', con el título de señora de sus pensamientos.
Habló con su vecino 'Sancho Panza' que era - como el nombre dice - más o menos grueso. Y éste prometió que le acompañaría siempre. Sancho Panza fue un campesino que sabía hablar mucho.
Por esa vía - con su armadura, con Rocinante y teniendo los pensamientos en su dama - él y Sancho Panza se fueron a caballo y en asno para hacer lo que leyó de los caballeros y para buscar aventuras.
En el texto se ve que Don Quijote era muy sensible y que tenía un carácter muy especial. Era inteligente y sabía dar explicaciones a todo. Expresaba sus ideas y estaba convencido de sí mismo. Pero al final de la primera parte cambió: se hizo más tranquilo y sereno. Era bondadoso y nunca perdió la esperanza.
Sancho Panza era como un niño. Había que decirle lo que tenía que hacer. Era inocente y dudaba de lo que decía; era muy inseguro. Se dejó influir de Don Quijote, pero era de buena fe y muy bondadoso también.

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